martes, 22 de noviembre de 2016

Procedimientos de adquisición de conductas:



1.- Reforzamiento positivo: Se trata de administrar un refuerzo positivo, primario o secundario, cuando aparece la conducta que se desea implantar. Dado que para poder administrar un refuerzo es necesario que el sujeto ejecute previamente la conducta deseada, el reforzamiento positivo no debería ser considerado estrictamente como un procedimiento de adquisición de nuevas conductas. Sin embargo, se le considera así porque se emplea con conductas que el sujeto ejecuta con frecuencia tan baja que puede decirse, desde un punto de vista funcional, que no las posee.


            Una vez la conducta esté instaurada, se pasa a un programa de reforzamiento intermitente; es decir, se va suprimiendo gradualmente el refuerzo, de manea que la conducta sea reforzada de forma infrecuente, sin suprimir totalmente el refuerzo.



            Procedimiento básico a seguir para aplicar el reforzamiento positivo:


-Especificar de forma concisa la conducta a modificar.


-Identificar y seleccionar los reforzadores eficaces (que dependen de cada individuo).


-Administrar de forma inmediata los reforzadores.


-Aplicar los reforzadores contingentemente.


-Evitar la saciedad empleando diversos reforzadores que el sujeto no tenga.


-Aproximar la cantidad adecuada de reforzador.


-Ajustarse al programa de reforzamiento fijado (puede ser reforzamiento continuo o reforzamiento intermitente).


-Planificar la transición de un tipo de programa a otro (como, de un programa de reforzamiento continuo a uno de reforzamiento intermitente) con el fin de generalizar los efectos.


2.- Moldeamiento por aproximaciones sucesivas: Este procedimiento consiste en ir reforzando aquellas conductas similares a la que se desea instaurar, de modo que se vayan generando conductas con elementos comunes a la deseada, hasta que finalmente se produce ésta, se refuerza y se condiciona, y así eliminar mediante extinción aquellas que se alejan de la conducta deseada.



            Para realizarlo correctamente, deben seguirse una serie de pasos:


-Definir de forma precisa la conducta final que pretendemos obtener.


-Elegir una conducta más amplia que incluya la que pretendemos que el sujeto adquiera o que tenga semejanza con ésta.


-Reforzar dicha conducta (2), hasta que se presente de forma frecuente.


-Reducir la amplitud de la conducta para que se parezca cada vez más a la conducta meta utilizando para ello el refuerzo diferencial.


            El moldeamiento se utiliza de forma espontánea en el aprendizaje de habilidades cotidianas como aprender a hablar. Así, cuando un niño produce los primeros balbuceos es reforzado por sus padres, pero cuando produce las primeras sílabas ya no le refuerzan el balbuceo sino lo último. Lo mismo ocurre cuando pronuncian las primeras palabras. De esta manera, mediante el refuerzo diferencial los padres van reforzando aquellas conductas que cada vez se parecen más a la conducta deseada (hablar), pero no las anteriores.


3.- Desvanecimiento: Se basa en la disminución gradual de las ayudas que se le han dado al individuo para que realice la conducta deseada. Pretende que se mantenga el comportamiento del individuo a pesar de la reducción de las ayudas que se le proporcionaron para aprenderlo.



            Consta de dos fases:


-Fase aditiva: Se le suministra al sujeto todas las ayudas necesarias para la consecución de la conducta meta.


-Fase sustractiva: Las ayudas se van reduciendo de forma progresiva hasta que el sujeto pueda realizar la conducta sin ninguna ayuda externa. La disminución puede desarrollarse de distintas maneras: disminuyendo o demorando la ayuda o bien reduciendo su intensidad.


            En ambas fases, se han de facilitar tras la emisión de conductas cercanas a la conducta objetivo, un refuerzo continuo y contingente a dicha emisión. Esta técnica es utilizada junto con el moldeamiento y, al igual que ella, suele emplearse tanto para el aprendizaje cotidiano como para conductas más específicas (ámbito educativo, por ejemplo).


4.- Encadenamiento: Supone descomponer una conducta compleja en conductas sencillas, de manera que cada una de ellas suponga un eslabón de la cadena. La adquisición de la conducta se produce mediante el reforzamiento de los “eslabones”, los cuales son estímulos reforzadores para la respuesta anterior y estímulos discriminativos para la siguiente. 

            Ejemplo: Si una chica quiere prepararse para salir a la calle tendrá que realizar distintas conductas como ducharse, vestirse, peinarse…De manera que cada uno de estos actos funciona como estímulo discriminativo del siguiente (si ya me duché, ahora tengo que vestirme) y como reforzador de anterior (poder peinarme es el reforzador de haberme vestido, que a su vez es el reforzador de haberme duchado).




            El aprendizaje mediante esta técnica puede realizarse de varias formas:


-Encadenamiento hacia atrás: Es el más utilizado. Se empieza por el último eslabón y se van enseñando los restantes en dirección al inicio de la conducta.

-Encadenamiento hacia adelante: En este caso sucede al contrario. Se enseña el primer paso y se refuerza, luego se enseña en segundo y se refuerza la realización de ambos juntos, etc.


-Tarea completa: Utilizado para tareas sencillas, se trata de que el sujeto realice todos los pasos seguidos, repitiendo la operación hasta que se consolide el aprendizaje de la conducta. El reforzador se proporciona tras la realización de todos los pasos.

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